domingo, 25 de diciembre de 2011

Blankets, de Craig Thompson



Si se piensa,  en el fondo lo que cuenta Thompson en Blankets es  muy poco o nada: marginado y acomplejado, cohibido por el fanatismo religioso de su entorno, Craig conoce a Raina y durante dos semanas conviven en casa de los padres de ella... ¡Y ni siquiera hay sexo! O no del todo. Pero... 

Pero es como con todas las vivencias muy personales: a quienes les resulten demasiado lejanas igual el tebeo no les dice nada -tanto escándalo apenas porque una vez se echó una novieta-; a quienes hayan sufrido en carne propia esos mismos sentimientos de soledad,  desamparo o incluso culpa... igual hasta les llega muy adentro. En mi caso,  Blankets me gusta especialmente por su dibujo marcadamente expresionista, esa modulación constante de la realidad en función de  las emociones del personaje, pero si soy sincero me sobra algo de cursilería y sentimentalismo. Hasta hay un momento en que Raina acusa de ello a Craig... De todas formas, para quien quiera ver más allá de la historia de amor,  no deja de ser patética la estampa que plantea Thompson de ese mundo enclaustrado y afixiante de la norteamerica más profunda, casi enfermizo en su obsesiva servidumbre religiosa.  

Y no digo nada del frío que se pasa durante su lectura...

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