sábado, 4 de febrero de 2012

Así habló Zaratustra, el manga



Estos japos no le temen a nada. Ni a la filosofía, ni a Nietzsche ni a la madre que los pario. La receta es bien sencilla:  unas pinceladas sueltas del libro de Nietzsche, otras de su biografía,  algunos elementos curiosos, como  Alex y su pandilla, que parecen escapados directamente de La naranja mecánica de Kubrick; un asesino en serie para animar el cotarro o una desconocida pechugona y minifaldera que representa, faltaría más, al eterno retorno de lo mismo; se agita todo y ya tenemos  un dramón tremendista de rompe y rasga. Listo para servir en copa de cuello alto. 

Sí, definitivamente este Así habló Zaratustra, el manga, tiene más  de drama, de obra esencialmente narrativa, que de verdadera aventura intelectual. Eso sí, un drama no del todo fallido, con situaciones de gran intensidad y reflexiones  no carentes por completo de interés.  El problema es que de Nietzsche, más bien nada. Y a lo poquito que recoge,  le da la vuelta como a un calcetín usado y lo transforma en algo más digno de un Schopenhauer que del propio Nietzsche. 

¿Nietzsche-Zaratustra angustiado por la carencia de sentido de la vida? ¿Nietzsche-Zaratustra decidido a poner fin a la rueda del eterno retorno? Pero si es justamente contra eso contra lo que se rebeló su filosofía. Frente al pesimismo de Schopenhauer, claramente influido por el budismo, que consideraba necesario escapar a las exigencias de la vida,  por juzgarla completamente inútil, Nietzsche oponía un amor incondicional a la misma, con toda su crudeza y falta de significado; frente a la doctrina del Nirvana, que  quiere romper el ciclo de reencarnaciones para disolver el yo en la nada, el oponía el concepto del eterno retorno, el individuo que vive una y otra vez la misma vida, hasta el infinito,  con satisfacción y alegría. Este Nietzsche-Zaratustra dolorido y apesadumbrado por la herida de la muerte de dios me da a mí que hubiera avergonzado al filósofo de Rockën. 

De todas formas, como curiosidad, es un tebeo más que recomendable.

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